La comunidad de microorganismos que habita el sistema digestivo es única en cada persona, y puede dar información sobre nuestra salud, estado de ánimo, dieta, etc.
Lo que comemos hace proliferar ciertas bacterias intestinales y reduce la presencia de otras. Esta “firma microbiana” puede usarse como referencia para prevenir y tratar enfermedades a través de la alimentación.
Ignacio López-Goñi, Universidad de Navarra; Elisa Pérez Ramírez, Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA - CSIC), and Gorka Orive, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
El concepto de Salud Global implica conectar la salud humana, animal y medioambiental para combatir la expansión de las infecciones y el preocupante aumento de las bacterias resistentes a los antibióticos.
Las celdas de combustible microbianas contienen bacterias y hongos que producen electricidad. Diferentes empresas, e incluso la NASA, están desarrollando esta tecnología en todo el mundo.
Cada año, más de 1,5 millones de personas mueren por infecciones de hongos, una tasa a la que contribuye la resistencia a los fármacos desarrollada por estos microorganismos.
El sistema nervioso de los ctenóforos es una rareza de primer orden. Recientes estudios sugieren que su origen fue independiente al del resto de los animales y que no se ajusta al modelo establecido por Ramón y Cajal.
Los microbios son tan diminutos que los humanos no pueden verlos sin un equipo especial. Pero el descubrimiento de 20 nuevas especies ayudará a los científicos a trazar el árbol evolutivo de la vida.
Cada vez son más frecuentes y mortales las infecciones causadas por hongos microscópicos. El aumento de la población vulnerable y la escasez de medicamentos eficaces dibujan un panorama preocupante.
La OMS ha hecho pública una lista que pone de relieve la amenaza de estos microorganismos infecciosos, cuya resistencia a los fármacos es cada vez mayor.
A 10.000 metros de altura, la atmósfera está plagada de microorganismos. Millones de bacterias y de virus caen del cielo cada día en cada metro cuadrado de nuestro planeta.
La cuestión de si debemos llevar o no zapatos en casa no es trivial. Sobre todo porque en las suelas arrastramos patógenos resistentes a medicamentos, toxinas cancerígenas y productos químicos que alteran el sistema endocrino.
La desecación, el envasado al vacio y la adición de ácidos retrasan la putrefacción de alimentos frescos como frutas y verduras y siguen siendo saludables.
Tan importante es preocuparse por incorporar en nuestra dieta vegetales frescos como conocer sus riesgos para nuestra salud. Hoy vemos cómo minimizarlos con sencillos hábitos domésticos.
A pesar del frío del invierno, continuar ventilando cada día las diferentes estancias del hogar es fundamental para evitar la contaminación del aire y enfermedades derivadas.
Los microorganismos pueden instalarse en los productos de belleza y autocuidado y afectar a la salud. Por eso es imprescindible respetar las fechas de caducidad y las medidas de higiene recomendadas.
Las bacterias responsables de producir el 25% del oxígeno que respiramos pueden mantenerse flotando en la zona del océano donde reciben sol y nutrientes gracias a un largo “cabello” llamado pili.
En un beso apasionado de 10 segundos nos podemos transferir 80 millones de bacterias. No hay que alarmarse, la mayoría son beneficiosas, y la higiene es fundamental para evitar las perjudiciales.
El 17 de septiembre de 1683 Anton van Leeuwenhoek envió una carta que cambiaría el curso de la ciencia. Había descubierto unos “animálculos” que hoy llamamos microorganismos.
Hasta hace poco, se asumía que el útero humano era un medio estéril pero ahora se han identificado más de 5.300 microorganismos distintos (virus, bacterias y hongos, entre otros) que habitan en el.
En un futuro, dispondremos de un catálogo de microorganismos preparados para eliminar bacterias patógenas, reducir la inflamación o mejorar nuestro estado de ánimo, que activaremos o desactivaremos a nuestro antojo. Ha llegado la hora de hacer ingeniería, con nuestra microbiota.
Catedrático de Microbiología, Departamento de Ciencias de la Salud, Instituto de Investigación Multidisciplinar en Biología Aplicada, Universidad Pública de Navarra
Profesor de Microbiología. Señalización y respuesta a estrés en levaduras patógenas. Mecanismos de acción antifúngica: nuevos productos naturales., Universidad de Murcia
Profesora Contratada Doctora. Microbióloga y miembro del grupo de investigación "Hongos y Levaduras de Interés en Agroalimentación", Universidad Complutense de Madrid