Las energías renovables no pueden desplegarse a costa de los ecosistemas y los pueblos. Para evitar perjuicios, es necesario diseñar las instalaciones adecuadamente e incluir medidas que protejan la biodiversidad y las comunidades locales.
El año que despedimos ha estado marcado por una crisis energética avivada por la guerra entre Rusia y Ucrania, un verano que ha hecho evidentes los efectos del calentamiento global y una cumbre climática donde se ha acordado la financiación por daños y pérdidas.
En equipo del
Lawrence Livermore National Laboratory de Estados Unidos ha llevado a cabo el primer experimento controlado de fusión que ha producido más energía que la energía utilizada para producirla.
LLNL.GOV
El Laboratorio Lawrence Livermore de Estados Unidos ha anunciado que hace unos días consiguió por primera vez producir más energía de la que había empleado para aproximar los protones (con sus neutrones) entre sí.
Es muy fácil obtener energía a partir de hidrógeno, pero no es igual de sencillo producir este gas rompiendo la molécula de agua con electricidad. Las leyes de la física se cruzan en el camino.
La generación de electricidad renovable es intermitente y, de momento, no se puede almacenar de forma sencilla. Por eso los usuarios deben adaptar su gasto en función de la oferta.
Si los gobiernos no establecen una planificación y medidas concretas de reducción de emisiones y de adaptación, el cambio climático seguirá ganándonos terreno.
¿Subirán las renovables el precio de la electricidad? ¿Destruirán empleo? Depende de cómo se lleve a cabo el despliegue de estas tecnologías limpias y de cómo aprovechemos sus ventajas.
Imagen de 1999 de la central térmica Compostilla II, en Cubillos del Sil (León), hoy en desmantelamiento.
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La vuelta al carbón en España no es viable a corto plazo, ya que muchas de las antiguas centrales térmicas han sido desmanteladas. En el largo plazo, el futuro de la producción eléctrica pasa por las tecnologías renovables.
No hacer una transición adecuada hacia la neutralidad climática implica riesgos regulatorios, reputacionales y de supervivencia para las empresas, y mayores riesgos climáticos (el aumento de la temperatura del planeta y del nivel del mar, entre otros).
El aumento de las energías renovables requiere materias primas críticas como el coltán, algunas tierras raras y el litio, cuya extracción debe hacerse garantizando la preservación de la naturaleza, y no en países sin controles ambientales.
Obras de construcción del gasoducto Nord Stream para transportar gas natural ruso a Alemania.
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Europa debe aplicar medidas de ahorro y eficiencia energética, instalar electrolineras y acelerar el despliegue de las renovables facilitando los trámites y apostando por la repotenciación de las plantas existentes.
Sobrepasar el 80 % de penetración de energías renovables variables, como la eólica y la solar, puede ocasionar fallos en el suministro si no se aplican medidas adicionales.
El último informe del IPCC muestra que no estamos cerca de limitar la subida de las temperaturas a 1,5ºC. Por suerte, señala que las acciones climáticas en forma de políticas y leyes han aumentado, y que existen esperanzas para reducir las emisiones para 2030 al menos a la mitad. En este sentido, la readaptación de los edificios existentes y el diseño adecuado de los nuevos jugará un papel fundamental.
Cada vez surgen más empleos verdes con la vista puesta en la sostenibilidad. El fin es bueno: se busca el equilibrio entre crecimiento económico, cuidado del medioambiente y bienestar social, pero implican nuevos y emergentes riesgos laborales para los trabajadores.
Depósitos de gas natural en el puerto de Gijón.
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Aunque los países de la UE usan un mismo sistema de fijación de precios eléctricos, hay variaciones considerables en la transmisión de los precios del gas natural a los de la electricidad.
Vista aérea de un parque de generación de energía solar en Maharashtra, India.
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La Comisión Europea considera que estas tecnologías pueden acceder a financiación verde y beneficiarse de políticas de apoyo. Algunos países no están de acuerdo.
Ciudadanos, comunidades de vecinos o escuelas pueden convertirse en prosumidores: consumidores con sus propias instalaciones renovables que venden parte de su energía en un sistema descentralizado.
La propiedad y el control local de los proyectos puede facilitar su aceptación y maximizar los beneficios locales, generando riqueza en entornos tradicionalmente empobrecidos.
Investigador en el Grupo de Ingeniería Eléctrica, Electrónica de Potencia y Energías Renovables y del Instituto de Smart Cities (ISC), Universidad Pública de Navarra
Investigador en el Grupo de Ingeniería Eléctrica, Electrónica de Potencia y Energías Renovables (INGEPER) y del Institute of Smart Cities (ISC) de la UPNA, Universidad Pública de Navarra
Profesora del Departamento de Ingeniería de Sistemas y Automática y miembro del Grupo de Investigación en Energía, Economía y Dinámica de Sistemas, Universidad de Valladolid
Profesor Titular del Departamento de Ingeniería Química Industrial y del Medio Ambiente. Miembro del Grupo de Tecnologías Ambientales y Recursos Industriales, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)