La muerte por eutanasia de un ex primer ministro holandés y su esposa, ambos de 93 años, ha devuelto esta práctica a las primeras páginas de los diarios europeos. ¿Cómo se regula la eutanasia y la cooperación al suicidio en España?
No es infrecuente que los enfermos graves alberguen un deseo de morir. Los profesionales asistenciales deben atender al paciente para averiguar sus posibles causas, al margen del dolor físico.
En la sociedad actual es muy habitual no hacer testamento. Sin embargo, es importante, además de otros aspectos, dejar atado el de nuestra huella y patrimonio y voluntades digitales cuando morimos y el problema que surge en relación a las instrucciones sobre tratamientos médicos.
¿En qué circunstancias se encuentran las personas que la solicitan? ¿Qué eficacia tienen los mecanismos de garantía y supervisión? Necesitamos más respuestas para debatir con rigor la nueva ley.
La ley de regulación de la eutanasia establece factores como los requisitos, los profesionales implicados y los plazos. Sin embargo, seguirán existiendo incertidumbres y críticas a su aplicación.
Unos buenos cuidados paliativos, sostiene el autor, no revertirían todas las peticiones de eutanasia, pero sí son capaces de proporcionar alivio a una parte muy importante del sufrimiento del final de la vida.
La reforma legal, tal y como subraya el autor de este análisis, se sitúa en la vanguardia de la regulación sobre eutanasia en la Unión Europea, junto a países como Holanda y Bélgica, que la adoptaron hace casi veinte años, configurando un modelo de respeto a la libre decisión de la persona sobre su propia muerte.
Que la eutanasia forme parte de la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud y se financie, por tanto, con dinero público, incluidos los supuestos en los que se practique en el domicilio de la persona, es la premisa necesaria para articularla como auténtica garantía prestacional y no un mero derecho de libertad.
Nuestra mirada sobre la vejez forja nuestro modelo de sociedad. Venerar la senectud y sus enseñanzas nos hace más humanos. La pandemia y la escasez de ciertos recursos han revelado graves deficiencias
El apoyo social en España al suicidio médicamente asistido y la eutanasia activa voluntaria es muy alto y ha crecido en los últimos años. Sin embargo, la mayoría de las personas encuestadas perciben que este apoyo es menor al que realmente existe si atendemos a los resultados de las encuestas.
Esta semana, un hombre ha ayudado a su esposa, enferma terminal, a acabar con su vida. Este caso ha reactivado la causa de la eutanasia. El autor defiende la derogación de este delito.
El respeto y la solidaridad hacia una decisión individual del ser humano debería estar por encima de decisiones políticas. La eutanasia en España está penada. El debate está hoy en el Parlamento.
Co-Directora de la Cátedra WeCare: atención al final de la vida, Universitat Internacional de Catalunya. Profesora Titular. Investigadora en temas de final de vida, Universitat Internacional de Catalunya
Co-director de la Cátedra WeCare: atención al final de la vida. Jefe del Servicio de Cuidados Paliativos Institut Català d'Oncologia Badalona., Universitat Internacional de Catalunya