Los autores de un reciente estudio utilizaron sensores ubicados en satélites para identificar los incendios “más extremos” de todo el mundo y observaron que son cada vez más intensos.
La generación de energía a partir de la combustión de biomasa forestal a escala industrial a menudo se apoya con argumentos y supuestos beneficios que no siempre están refrendados por la evidencia científica.
Muchas veces encontramos en las primeras páginas de los libros unos sellos que acreditan la sostenibilidad de las explotaciones forestales donde ha sido obtenido el papel. ¿Qué implican?
La información que se divulga sobre incendios suele estar centrada en la extinción, Sin embargo, está emergiendo una nueva mirada que da protagonismo a la capacidad de adaptación de las comunidades rurales, convertidas en agentes de cambio.
Irene Cobo Simón, Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA - CSIC)
Dos estudios en dos coníferas mediterráneas amenazadas por el cambio climático investigan las bases genéticas que explican su capacidad de adaptarse, resistir y recuperarse frente a la sequía.
Hasta hace poco, los propietarios de plantaciones forestales en España no podían beneficiarse de la venta de créditos de carbono por emisiones capturadas. Aunque existe ya un mercado que lo permite, presenta muchas limitaciones.
La “limpieza” de una hectárea de monte requiere, como mínimo, de cinco a diez jornales de trabajo. ¿Es factible financiar esta labor a nivel nacional con dinero público? ¿Qué otras alternativas existen?
En un nuevo estudio, los autores exponen el papel que la escasa gestión del monte en áreas protegidas, las plantaciones comerciales y el estado del combustible tienen en la propagación del fuego.
Las condiciones del terreno, la cantidad de agua y el tamaño de las plantas deben ser los adecuados para que el resultado no sea un cementerio de tallos secos.
Una serie de fotografías del autor permite apreciar la evolución del paisaje tras el incendio de Alt Empordà (Gerona) del año 2012: cómo desaparecen las ramas de los árboles muertos y van creciendo el sotobosque y los nuevos árboles.
Juli G. Pausas, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)
Aunque calcinados, los árboles mantienen un entorno semiforestal beneficioso para la regeneración del bosque y la supervivencia del resto de seres vivos del ecosistema.
La conflagración de grandes incendios forestales durante la primera ola de calor de 2022 en España ha puesto en evidencia la urgente necesidad de reorganizar el sistema de defensa y la gestión del territorio.
La zona reúne una serie de características que la hacen proclive al fuego, como la abrupta topografía del terreno, el régimen de vientos, el abandono de los pueblos y la escasa gestión forestal.
En los terrenos gestionados por comunidades se llevan a cabo actividades con componentes económicos, sociales y ambientales, como el cultivo ecológico de setas y la producción de carne de razas autóctonas.
Comparar los fotogramas de distintos clásicos del wéstern de los 60 e imágenes actuales de los mismos escenarios permite apreciar el aumento de la vegetación y el bosque derivado del abandono del campo.
El eucalipto tiene un importante interés paisajístico y económico en la industria maderera, aunque sus posibles impactos ambientales siguen generando discusiones entre los expertos.
Apostar por productos de proximidad y de agricultura y ganadería extensivas contribuye a fomentar el uso del monte y, por tanto, a evitar que se instaure una vegetación continua que favorece el fuego.
Juli G. Pausas, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)
Las igniciones y la continuidad de la vegetación ocasionada por el abandono rural son dos factores relacionados con la actividad humana fundamentales para que se produzcan los fuegos.
Profesor en el Departamento de Ciencia y Tecnología Agroforestal y Genética de la E.T.S.I. Agrónomos y de Montes de Albacete, Universidad de Castilla-La Mancha
Profesora de la Universitat Politècnica de Catalunya, investigadora del Centre d'Estudis del Risc Tecnològic y coordinadora del proyecto WUIVIEW, Universitat Politècnica de Catalunya - BarcelonaTech