En medio de Central Park, en Nueva York, hay una zona boscosa en la que apenas entra la luz solar llamada The Ramble. Los caminos serpentean, los matorrales suben y bajan, está prohibidísimo pasear por…
En la actualidad, el turismo urbano no sólo afecta a las zonas turísticas sino a la ciudad en su conjunto pues los visitantes quieren experimentar una estancia más real.
Vista panorámica aérea del centro de Madrid al atardecer, 2020.
JJFarq/Shutterstock
Celina Aznarez, BC3 - Basque Centre for Climate Change; Alba Márquez, BC3 - Basque Centre for Climate Change; Francesc Baró, Vrije Universiteit Brussel; Sudeshna Kumar, BC3 - Basque Centre for Climate Change, and Unai Pascual, BC3 - Basque Centre for Climate Change
Las diferencias en la distribución de zonas verdes en las ciudades suponen una injusticia social que aumenta la exposición a las altas temperaturas y a la contaminación ambiental a las comunidades vulnerables.
Aquellos ciudadanos con menos recursos suelen vivir en las áreas con una topografía más accidentada y tienen, por tanto, una menor facilidad para acceder a infraestructuras y servicios urbanos.
No solemos darnos cuenta de cuántas lenguas nos rodean en el día a día. Cada vez es más frecuente encontrar en los paisajes urbanos mensajes en distintos idiomas.
Los espacios públicos bien equipados, seguros, diseñados para todos y accesibles, incrementan la independencia de movilidad de las personas mayores, los niños y las personas con discapacidad. De esta forma, mejoran su bienestar, salud e inclusión en la sociedad.
Los visitantes pasan muchas horas caminando al aire libre, y esto les hace especialmente vulnerables al tiempo extremo. Es fundamental que las ciudades establezcan refugios en las zonas turísticas.
El actual diseño y la extensión progresiva de las ciudades, basada en la separación de empleo, vivienda y comercio, induce un estilo de vida desigual y rápido que fomenta el aislamiento e inequidad.
Mosquito común emergido de la pupa o crisálida en el agua.
Mario Saccomano / Shutterstock
Ciertas especies de mosquitos, como el mosquito tigre y el mosquito común, aprovechan pequeñas acumulaciones de agua en la vía pública o en las propiedades privadas en los entornos urbanos para completar su ciclo vital.
Barrio de Vitoria-Gasteiz, considerada Capital Verde Europea en 2012.
Alberto Loyo / Shutterstock
Celina Aznarez, BC3 - Basque Centre for Climate Change and Unai Pascual, BC3 - Basque Centre for Climate Change
La vegetación y los espacios verdes no se distribuyen de forma homogénea en la trama urbana. Un reciente estudio analiza cómo influyen el nivel socioeconómico y la antigüedad de los barrios en su biodiversidad.
Las aves que habitan en las ciudades tienden a ser más pequeñas y sufren un mayor daño celular que aquellas que viven en los bosques. Un reciente estudio demuestra que, además, los carboneros urbanos presentan una coloración más apagada.
La pobreza y la falta de oportunidades ha llenado de buhoneros las calles de las ciudades venezolanas. La venta informal es una forma de subsistencia que ha alterado el uso de los espacios urbanos en Venezuela.
Jardines en un hotel en Singapur.
Fbehar0 / Shutterstock
Recientemente, se ha celebrado en Berlín el Congreso Internacional de Infraestructuras Verdes. Allí, los representantes de diferentes ciudades expusieron sus proyectos de sostenibilidad y naturación más recientes.
Las ciudades están cada vez más pobladas. La urbanización del mundo es innegable. La cuestión es cómo imaginar las urbes desde el punto de vista de los derechos humanos y poniendo en el centro de la discusión a sus habitantes.
Ha fallecido este lunes el célebre antropólogo francés, mundialmente reconocido por su teoría de los no lugares y sus análisis sobre la ciudad “sobremoderna”.
Patio de la escuela de Can Fabras en Barcelona convertido en un refugio climático.
Ayuntamiento de Barcelona
Aunque estos espacios parecen intervenciones fáciles y sencillas, en realidad requieren una cuidadosa planificación. Deben estar bien distribuidos y ser de fácil acceso y culturalmente apropiados para que cualquier persona se sienta bienvenida.
Una imagen de KidicalMass en Barcelona, en mayo de 2022.
Calvox Periche/Kidical Mass
Le Corbusier proponía una ciudad en la que la velocidad y el vehículo privado nos ayudasen a salvar grandes distancias. Pero eso ha empeorado el tejido social urbano en el que vivimos hoy en día.
La plaza de San Marcos no se entiende sin las palomas, pero sus visitas no son inocuas.
Shutterstock / Olga Meffista
Las palomas están en todas partes, conviven con nosotros y, en ocasiones, destrozan el patrimonio cultural y arquitectónico de nuestras ciudades. ¿Cómo impedirlo?
Investigadora responsable de diseño arquitectónico en Fundación Matia, Doctora por la Universidad Politécnica de Madrid, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)